La retención de líquidos es un problema muy habitual, especialmente entre mujeres, que se agrava durante el verano por el aumento de las temperaturas y la humedad. Aunque este problema puede tener su origen en factores internos como un problema hormonal, o un fallo en el sistema renal, lo habitual es que esté causado por unos hábitos alimenticios inadecuados, caso en el que podemos revertirlo fácilmente.
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Causas y síntomas
Quitando aquellos casos en los que la retención de líquidos es causada por un factor interno, o bien por una medicación específica, los malos hábitos alimenticios y la vida sedentaria suelen ser los principales causantes de este problema. Este trastorno se agrava en verano debido a las altas temperaturas, que provocan una mayor deshidratación y sudoración. Con las elevadas temperaturas y la mayor deshidratación, nuestro cuerpo entra en modo “reserva” y tiene a acumular la mayor cantidad posible de líquidos.
La retención de líquidos puede provocar un aumento de repentino de peso que puede oscilar entre los 2-4 kg, además de sensación de pesadez, hinchazón de pies y manos y agravar problemas como la celulitis.
Consejos para evitarla retención de líquidos
- Bebe al menos 2 litros de agua al día: Sí, aunque parezca irónico, beber poca agua puede agravar la retención de líquidos, y es que, como hemos comentado anteriormente, la deshidratación hará entrar a tu cuerpo en modo reserva, forzando la máxima retención de líquidos posible. Si eres de los que le cuesta beber agua, puedes recurrir también a los zumos de frutas, tés o incluso las bebidas Bolero, que no tienen calorías, y están enriquecidas con vitamina C.
- Menos sal y más potasio: La sal es un mineral que provoca de manera natural retención de líquidos, por lo que tienes que reducir su consumo al mínimo. El potasio contrarresta de manera natural el efecto “retendor” del sodio, por que te recomendamos alimentos como el plátano, las acelgas o el aguacate entre otros.
- Evita los alimentos con azúcares, y busca alternativas más sanas como la stevia, la miel, o el azúcar de coco.
- Practica ejercicio: El sedentarismo es uno de los peores enemigos de la circulación, por lo que te recomendamos seguir un estilo de vida activo, y por supuesto, practicar deporte. Si por trabajo o viajes, no tienes más remedio que permanecer mucho tiempo sentado, te recomendamos levantarte de asiento y dar micro paseos, o bien hacer estiramientos, y no cruzar nunca las piernas.
- Evita las prendas ajustadas, ya que pueden agravar los problemas de circulación.
Alimentos con efecto diurético
Te recomendamos añadir a tu dieta alimentos con efecto drenante natural, como la piña, el hinojo, la alcachofa el té verde o el pomelo. Para conseguir un efecto más rápido, puedes recurrir a algún complemento diurético, como la cola de caballo, las cápsulas de té verde o la garcinia cambogia.
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