Nos hacemos eco de los consejos de Powerbar para hacer una lazada perfecta y conseguir que tus zapatillas nuevas se adapten a tu pie como un guante ¡Que nada te impida llegar a la meta el primero!
Ten en cuenta que unos cordones planos y anchos son preferibles a unos redondos y finos, ya que no se abren con tanta facilidad, y la lazada queda más sujeta, evitando las ampollas y rozaduras propias de las lazadas flojas.
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Si el dorso de tu pie es alto
Si te resulta difícil calzarte unos zapatos, puede que el dorso de tu piel sea alto. Con un lazo adicional al final de la lazada, obtendrás la sujeción individual que necesitas y tu pie no bailará en el calzado, independientemente del terreno sobre el que corras.
Si el calzado aprieta en los dedos
Si la zapatilla te aprieta en los dedos del pie al correr, asegúrate de que la talla es correcta. Si es así, ata el cordón diagonalmente sobre el pie. Al elevar la parte delantera de la zapatilla, tendrás más espacio en la zona de los dedos. Además, tira bien fuerte del cordón en el lado del dedo pequeño.
Si la zona del empeine es alta
Si la zona del empeine es elevada pueden aparecer dolores debido a una presión excesiva. Si realizas una lazada alterna, la parte intermedia del pie tendrá más espacio.
Si la zona mediotarsiana es alta
La zona mediotarsiana está situada entre el talón y los dedos. Con un método similar a la lazada alterna, dejarás más espacio en la zona correspondiente.
Si tienes un antepie ancho
Los dolores en el antepie suelen deberse a un desequilibrio de la carga y suelen notarse en la parte delantera de la planta del pie. Un antepie ancho suele aparecer en combinación con un talón fino. Pero también hay una solución para este problema. Con dos cordones —uno en la parte delantera y otro en la parte superior— la zapatilla se adaptará a la perfección al pie.
Si tienes MUCHA prisa
Si tienes mucha prisa, recurre a este método. Con él te podrás quitar y poner las zapatillas en un periquete. Ahorro de tiempo: 3 segundos. 😉
Fuente: Powerbar