¿Cuándo es necesaria una segunda opinión?

A veces nos conformamos con la opinión de un sólo médico, fisioterapeuta, cirujano…pero esta opinión no nos soluciona el problema y agachamos la cabeza con resignación esperando a que esa molestia, dolor o lesión desaparezca sin poner más remedio.

Luis, un corredor de fondo se quejaba de un dolor en la rodilla derecha cuando le diagnosticaron un desgarro de ligamentos, el médico le dijo que no se podía hacer nada. Tras varios meses de reposo sin correr, lo volvió a intentar y el dolor reapareció, en ese momento decidió pedir una segunda opinión. Fue a una clínica de fisioterapia donde le recomendaron unas sesiones con ejercicios específicos y si no mejoraba se debería someter a cirugía. Luis a través de las sesiones de fisioterapia y con ayuda de un entrenador personal consiguió aliviar el dolor y poder correr como lo hacía normalmente.

Este es un claro ejemplo de por qué debemos pedir una segunda opinión a pesar de la profesionalidad de médicos, fisioterapeutas… En todas las ocasiones no es necesaria una segunda opinión, pero vamos a exponer las situaciones en las que sí será necesario otro punto de vista:

– Dolor nuevo: tu lesión se centra en una zona concreta pero aparece un nuevo dolor a pesar de la rehabilitación que realizas. Puede ser que el tratamiento sea demasiado agresivo y necesites cambiar y disminuir la intensidad de las sesiones.

– No notas mejora tras 2-3 semanas: tras 5-6 sesiones específicas sobre la lesión, el dolor debería disminuir o remitir. Si esto no ocurre, puede que la fisioterapia o el método que estés realizando no llegue a la intensidad requerida. Consulta con otro especialista para comparar opiniones.

– La lesión reaparece: sesión tras sesión pero la lesión reaparece. Puede ser que el foco del problema provenga de otra área ya sea muscular, ósea… En estos casos la segunda opinión es primordial.

– El médico se centra solamente en la lesión: a veces una lesión puede ser debido al estado de salud general, anemia, falta de nutrientes… cuando el especialista se centra sólo en el problema sin ver todo lo que hay alrededor, puede ser que la lesión no desaparezca por completo en ningún momento.

– No te muestran alternativas: el fisioterapeuta o médico se centra sólo en unos determinados ejercicios sin ofrecer alternativas al dolor. Es necesario que te pregunten por tus objetivos competitivos para que sepan el margen que tienen de cara a la recuperación de la lesión.

Por todo ello es necesario que no te quedes con una sola opinión. Valora, saca tus conclusiones y pon en práctica aquello que te resulte más efectivo. No queremos desvalorizar a ningún profesional, pero a veces las segundas opiniones dan seguridad y confianza en la persona afectada.