La importancia del día de descanso en el entrenamiento

Mucha gente piensa erróneamente que el día de descanso en el entrenamiento pueden provocar una pérdida de músculo o lastrar su progreso; nada más alejado de la realidad, y es que el descanso es casi tan importante como el propio entrenamiento. ¿Sabes por qué?

Cuando entrenas estás ejerciendo estrés sobre tus músculos, provocando la rotura de las miofibras que lo componen. Durante el descanso, tu cuerpo repara este daño creando miofibras nuevas y más fuertes. Si entrenas todos los días, tus músculos siempre estarán bajo presión, siendo el rendimiento menor, e imposibilitando la creación de fibras nuevas. Así, ejercitar los músculos todos los días, no sólo no los hará más fuertes, si no que impedirá que sigan creciendo.

El sobreentrenamiento provocará una mayor fatiga, una pérdida de fuerza que te impedirá realizar determinados ejercicios y además, aumenta el riesgo de padecer una lesión.

Saltarse el día de descanso también puede acarrear consecuencias psicológicas, debido a la conexión que existe entre nuestro cuerpo y nuestra mente; cuando tu cuerpo no rinde adecuadamente, puedes sentirte frustrado o más irritable de lo normal, afectando incluso a tu capacidad de concentración.

El sueño juega un papel fundamental en la recuperación y es que es necesario dormir al menos 8 horas para que tu cuerpo pueda reponerse del esfuerzo. Ten en cuenta que los deportistas de élite llegan a dormir entre 9-10 horas, especialmente si hay una competición próxima.

Y recuerda, un día de descanso, no implica un día de inactividad total, y es que puedes a hacer un descanso activo y aprovechar para hacer otro tipo de actividades más ligeras con las que relajarte, como yoga, pilates, correr o nadar siempre a un ritmo suave, etc. ¡Aprovecha para desconectar también tu mente!

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