Anemia y deporte

La anemia es un estado causado generalmente por déficit de hierro en la ingesta o por pérdidas de éste mineral debido a hemorragias. Todos sabemos que los glóbulos rojos o hematíes son las células encargadas de transportar el oxígeno desde los pulmones a cada músculo de nuestro organismo. Este oxígeno necesita de una proteína clave en este proceso, la hemoglobina. Por todo ello, estas células son primordiales sobre todo en deportes de fondo, debido a su capacidad de transportar O₂.

El número medio de estos glóbulos rojos por milímetro cúbico de sangre suele estar entre los 4,5 millones en mujeres y en 5 millones los hombres. Por su parte la hemoglobina se encuentra alrededor de 14 y 15 gramos por decilitro de sangre (según se sea mujer u hombre).

En el caso de los deportistas la cantidad de sangre es mayor que en el caso de las personas sedentarias (5 litros ó 6 litros respectivamente) y por tanto los glóbulos rojos, hemoglobina se encuentra más diluidos. Esto puede dar lugar a una falsa anemia o pseudoanemia fisiológica.

Para diagnosticar una anemia como tal además de una analítica completa para asegurar que los valores son bajos, nuestro rendimiento suele decaer. A partir de aquí deberemos actuar en consecuencia para evitar males mayores. Normalmente las anemias detectadas suelen ser ferropénicas (déficit de hierro). El déficit de hierro provoca que los glóbulos rojos, la hemoglobina no se forme en su justa medida provocando el descenso del rendimiento.

Será necesario el aporte de hierro a través de ampollas, alimentos ricos en hierro y suplementación. A veces se suele acompañar de ácido fólico y vitaminas del complejo B, ya que ayudan a la formación de hematíes.

Por tanto intentaremos llevar una dieta equilibrada evitando llegar a estados carenciales de hierro. En la siguiente tabla se muestran alimentos ricos en hierro (mg por 100gr de porción comestible)

¿Cuidas tus hematíes?