Seguramente tenga varios alimentos en casa que contengan este aditivo tan venenoso para el organismo, cualquier bolsa de patatas fritas, sopas de sobre, comida envasada, pizzas congeladas…. Este aditivo no es más que un saborizante que hace que este tipo de alimento esté sabroso al paladar y nos incite a comer más. En el etiquetado de los alimentos se puede encontrar también como E-621, ácido glutámico, extracto de levadura…
Esta sustancia llega a ser tan adictiva que no puede dejar de comer y cada vez con mayor voracidad, sus efectos adversos pueden ser de diferente índole desde aumento de migrañas, enrojecimiento de la piel hasta puede desembocar en el síndrome de intestino irritable.
El cuerpo de manera endógena produce ácido glutámico, un neurotrasmisor pero, si además le administrarmos exógenamente este veneno podemos alterar las funciones de muchos órganos y sistemas provocando fuertes reacciones en el organismo.
Tras ver los perjuicios de este aditivo os animo a eliminar cualquier alimento que lo contenga, tu cuerpo y mente lo agradecerán.
Una última reflexión: estamos rodeados de productos que contienen aditivos venenosos, la permisividad de las industrias nos convierten en marionetas consumidoras que no se paran a mirar qué compran. Observen las etiquetas de cualquier producto que adquieran, con ayuda de todos podemos evitar males mayores.