Electroestimulación, ¿te atreves?
Entre los avances tecnológicos usados en deportistas, habrás oído hablar de la electroestimulación, pero bien, ¿sabes para quiénes es más recomendable? ¿para qué sirve? ¿transforma la grasa en músculo? ¿es eficaz para aliviar las contracturas? ¿se consigue una recuperación más rápida tras una lesión?
Continua leyendo y te desvelamos todas las dudas.
Pensamos que es algo novedoso pero sus orígenes podrían estar en el Antiguo Egipto. Era conocida la existencia de una corriente natural, como lo demuestra el encuentro de un grabado de un pez eléctrico en una tumba datada del 2750 a.c.
Según el profesor Herrero la electroestimulación es una técnica con la que se consigue activar la musculatura con la utilización de una corriente eléctrica. Habitualmente la corriente se transmite a través de electrodos de superficie que se colocan en el vientre de la musculatura, y actúa sobre los nervios que llegan al músculo. Por este motivo, el nombre técnico es electroestimulación neuromuscular. Y también es importante su uso.
Los principales fines con los que se suele utilizar la electroestimulación en el mundo del deporte son:
- Mejorar la fuerza muscular
- Aumentar la masa muscular.
- Aumentar la resistencia muscular.
- Favorecer la recuperación después de haber realizado un esfuerzo.
Antes de utilizarlo, debemos consultar si es eficaz, y esto depende de los casos y lesiones:
- Los estudios científicos han demostrado que en gente sana la electroestimulación mejora menos la función muscular que el entrenamiento voluntario.
- En un proceso de rehabilitación tras una lesión, es igual de eficaz que el entrenamiento voluntario.
- Pero durante un proceso de inmovilización sí es más eficaz que el entrenamiento voluntario para evitar la pérdida de la función muscular, así como para evitar la atrofia muscular.
Respecto a su uso para acelerar el proceso de recuperación tras la realización de un esfuerzo, no hay evidencias científicas de que se mejore la recuperación a nivel fisiológico, sin embargo, actúa sobre la sensación de dolor percibido, haciendo que el deportista se encuentre mejor.
Con esto podemos deducir que «duele», y claro está, el profesor Herrero confirma que lo podría utilizar cualquier persona que tenga un umbral de dolor alto y esté dispuesto a sufrir un poco durante el entrenamiento. Para que resulte efectiva en la mejora de la fuerza, se han de producir contracciones potentes en la musculatura.
Muchas personas no son capaces de tolerar esas intensidades, por esto, en ellas la electroestimulación nunca será un método efectivo para mejorar la fuerza muscular. Por el contrario, si se toleran esas intensidades, la electroestimulación puede resultar un perfecto complemento del entrenamiento.
La electroestimulación es un método de entrenamiento eficaz, pero que nunca debes de sustituir al entrenamiento tradicional. Se debe combinar con otros ejercicios.
En el caso de que se combine con actividades de fuerza o de coordinación, este método que explicamos debe hacerse a continuación de estas actividades. En el caso de que se combine con actividades de resistencia, la electroestimulación podría hacerse antes de estas otras actividades.
Saber las ventajas para comenzar a utilizarlo también es interesante.
- El principal beneficio es que con electroestimulación se reclutan más fácilmente las fibras rápidas de la musculatura.
- Mediante contracciones voluntarias, estas fibras se reclutan únicamente cuando se realizan contracciones muy intensas o muy explosivas.
- En personas mayores son las primeras fibras que se atrofian. Con electroestimulación se reclutan a niveles de intensidad relativamente bajos.
- El tiempo necesario de entrenamiento para sobrecargar la musculatura es menor al de una sesión de entrenamiento voluntario.
¿Podría utilizarse a diario y con qué frecuencia?
La forma más segura de aplicarla es de modo isométrico, manteniendo la articulación a entrenar en un ángulo fijo durante el entrenamiento. Este ángulo se va cambiando a lo largo del periodo de entrenamiento, y las corrientes de baja frecuencia utilizadas para recuperar se pueden utilizar a diario. Si queremos entrenar fuerza con electroestimulación y, en consecuencia, utilizar corrientes de alta frecuencia, no se debería utilizar en la misma musculatura más de dos o tres veces a las semana.
Adelante, continúa entrenando y combina tu actividad física con la electroestimulación, pruébala, no olvides estar bajo supervisión y recomendación de un profesional.
En próximos post detallaremos los beneficios de electroestimulación para diferentes tipos de actividades deportivas y deportes.
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