Lesión: Síndrome de la pedrada
Seguro que habrás escuchado hablar del síndrome de la pedrada, pero ¿Qué es? ¿Qué se siente? ¿Cómo diferenciarlo de otro tipo de lesión? ¡Hoy resolvemos todas tus preguntas!
¿Qué es el síndrome de la pedrada?
Pues bien, el síndrome de la pedrada no es ni más ni menos una rotura fibrilar sin hematoma que se produce en el gemelo y se define como una «pedrada», porque las personas que lo han padecido, explican que es un dolor intenso como si le hubiesen tirado una piedra con gran fuerza y doblan la rodilla haciendo movimientos de cojeo, por lo que no se podría continuar con la actividad que se estaba realizando. Aunque el dolor se asemeja a una contractura en el gemelo, se trata de otra lesión.
El gemelo, tanto el interno como el externo y el sóleo forman el tríceps sural, situado en la parte posterior de la pierna, formando a su vez el tendón de Aquiles que se inserta en el calcáneo.
El tríceps sural es el encargado de comenzar al movimiento al andar y al correr, debido a que son músculos que realizan flexión plantar, movimiento imprescindible para comenzar la marcha. Normalmente el gemelo interno es el que sufre la rotura debido a que su contracción se produce antes que el gemelo externo.
¿Cuáles son las principales causas del síndrome de la pedrada?
En el momento que aparece la rotura fibrilar sin hematoma, suele coincidir cuando requerimos de una respuesta muscular súbita y rápida del tríceps sural. Como éste es el encargado de comenzar la marcha, cuando queremos hacer un sprint o simplemente un sobreesfuerzo, se provocará una contracción rápida del tríceps sural, lo que podría provocar una rotura del gemelo si su musculatura no está preparada para soportarlo. Así, esta lesión puede aparecer debido a diferentes causas:
- Falta de calentamiento previo al ejercicio.
- Falta de hidratación antes y durante el ejercicio.
- Fatiga muscular del gemelo debido a un exceso de ejercicio en un corto período de tiempo.
- Mala calidad muscular asociada a la edad y/o malos hábitos de vida.
Como vemos, no es de extrañar que esta lesión se confunda con una contractura en el gemelo, ya que puede ser ocasionada por los mismo factores.
¿Cómo tratarlo?
Justo en el momento de notar esa tirantez debemos aplicar hielo durante 10 minutos para evitar que se inflame, evita siempre el contacto directo del hielo con la piel, se podría producir una quemadura en la piel.
¿Qué hacer durante las primeras 48-72 horas?
- Aplicar hielo en la zona: para evitar una inflamación excesiva, durante 5-10 minutos, 2-3 veces al día. Si nos pasamos aplicando hielo provocaremos una vasoconstricción excesiva lo que cortará o disminuirá el proceso de inflamación, proceso imprescindible para la correcta regeneración del tejido dañado. Además podremos generar daño en el sistema linfático con lo que se verá afectada la reabsorción del edema que se haya podido generar. Para un mayor efecto frío, puedes realizarte un masaje suave con un gel muscular efecto frío, y posteriomente aplicarte el hielo.
- Vendaje neuromuscular: conseguiremos un efecto circulatorio positivo para la recuperación de los tejidos, además de dar estímulos al organismo para que la regeneración de las fibras sea en la dirección correcta.
- Reposo y elevación: favoreceremos así la reabsorción del edema que se haya podido generar. La elevación nos ayudará en esta fase de reposo a conseguir un buen retorno venoso, nunca hay que superar una elevación de más de 45o ya que si sobrepasamos ese límite colapsaremos los vasos. Lo idóneo es una elevación de aproximadamente 20o.
A partir del 4º-5º día y tras haber guardado reposo relativo, las fibras musculares comienzan a cicatrizar, aunque todo depende del grado de lesión, por tanto se debe:
- Realizar estiramientos suaves: hasta el umbral del dolor para dar estímulos al organismo y ayudar a la correcta regeneración de las fibras en su posición anatómica.
- Masaje de drenaje en la zona colindante a la rotura, suave y siempre en dirección a las fibras del músculo para favorecer la correcta cicatrización de las fibras. El masaje tiene un componente circulatorio, lo que ayudará a la reabsorción del hematoma que haya podido aparecer.
- Se debe continuar con técnicas que ayuden a eliminar el dolor, a favorecer la cicatrización y a eliminar el hematoma, como por ejemplo la acupuntura, calor, láser, ultrasonido etc. Además, iremos reeducando la marcha y realizando ejercicios de propiocepción progresivamente.
- Una vez que no haya dolor se debe comenzar a potenciar la musculatura siempre de una forma excéntrica e isométrica, hasta conseguir la recuperación muscular total y no siendo muy agresivos con la potenciación hasta no estar totalmente seguros de que la rotura está bien cicatrizada.
¿Cuánto tiempo se necesita para volver a estar al 100%?
Todo depende de:
- El grado de la lesión: Cuanto más grave es la lesión más tardará en recuperarse.
- La actitud que se tenga frente a la rehabilitación: Cuanto más animado esté y más colabore en todo lo que le recomienda el fisioterapeuta mayor será la capacidad de recuperación.
- El estado físico general: cuanto más joven y saludable estés, más rápido se recuperará la lesión.
¿Cómo prevenirlo?
Para concluir debemos recordar que el mejor tratamiento es la prevención, por lo que se debe tener en cuenta:
- Calentar adecuadamente antes del ejercicio.
- Mantener una buena salud emocional y hábitos de vida saludables.
- Conocer donde están tus límites.
- Buena hidratación.
- Estirar después.
Espero que pongas en marcha todas las acciones de prevención o si te encuentras con la lesión tranquilidad y a trabajar de otro modo.
Un saludo!
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