¿Es bueno hacer deporte resfriado?

Estamos inmersos en la plena época de gripes y constipados, y esta pregunta asalta a muchos ¿Es recomendable hacer deporte resfriado? ¿Aceleraremos la recuperación o sólo agravaremos los síntomas? Y la respuesta es…. Depende.

Hacer ejercicio moderado puede ayudarte a combatir un resfriado leve. De hecho, practicar deporte con regularidad ayudar a fortalecer tus defensas haciéndote menos propenso a padecer este tipo de enfermedades. La actividad física facilita la circulación de glóbulos blancos y anticuerpos, encargados de combatir las enfermedades, y ayuda a eliminar posibles bacterias de las vías respiratorias.

Sin embargo, debes escuchar a tu cuerpo y valorar la gravedad de los síntomas. En cualquier caso, se desaconseja hacer ejercicio intenso en caso de estar resfriado, ya que una excesiva sudoración y con ella, cambios bruscos de temperatura que empeoren los síntomas.

¿Dónde está el límite entonces? Puedes hacer ejercicio con total tranquilidad si tienes cierta tos, dolor de garganta o congestión nasal, pero está totalmente prohibido si tienes fiebre, o estás a tan sólo unas décimas de tenerla (Aproximadamente a partir de los 37ºC).  Ten en cuenta que al hacer ejercicio puede hacer que tu temperatura corporal se eleve hasta un par de grados. Esto, unido al sudor que aparecerá para bajar la elevada temperatura, no hará más que empeorar el resfriado.

Si no quieres que el resfriado de impida disfrutar de tu hobby favorito, te recomendamos:

• Ten especial cuidado si practicas un deporte de exterior, como running o ciclismo. Aquí, la elección de la ropa es esencial; no caigas en la trampa de abrigarte en exceso, ya que tienes que evitar sudar en exceso, para evitar la deshidratación. Lleva varias capas, entre ellas, alguna prenda específica para aislarte del viento y protege siempre tu cuello y tus manos.
• Calienta bien: Es fundamental calentar antes de hacer ejercicio físico, pero más aún en invierno y si estamos resfriados, ya la temperatura corporal suele ser anómala y los músculos se encuentran más agarrotados de lo normal.
• No olvides hidratarte; los resfriados aceleran la deshidratación, especialmente si van acompañados de problemas gastrointestinales. No dudes en hidratarte como si de verano se tratara, y llevar contigo un isotónico si fuera necesario.