Lesiones del tendón peroneo.

¿Ha sufrido algún tipo de lesión? ¿Cuál es su punto débil, tobillo, rodilla, codo….? Bien, todos sabemos que las lesiones vienen sin buscarlas, intentamos trabajar y entrenar de manera correcta, compensando todas las cadenas musculares para que ninguna estructura por pequeña que sea se vea afectada, ya sea hueso, tendón, músculo…

En el presente post vamos a hablar sobre una lesión, no muy común pero si bastante molesta y dolorosa sobre todo en corredores. Lesión del tendón peroneo.

Como sabemos, el tendón es una estructura que conecta el músculo con el hueso. Los tendones peroneos, en este caso, corren paralelamente detrás del hueso exterior del tobillo como podemos ver en la imagen superior. La función principal de este tipo de tendones es estabilizar el pie y tobillo sobre todo para evitar esguinces y torceduras además de realizar la eversión del pie, así como la abducción y rotación externa.

Tendón peroneo

Las lesiones pueden ser agudas (ocurren repentinamente) o crónicas (desarrolladas a lo largo del tiempo), en este tendón se pueden producir tendinitis, desgarros o dislocación normalmente parcial.

1. Por tendinitis se entiende la inflamación de uno o los dos tendones y se produce por acciones repetitivas o traumatismo en la zona y produce: dolor,hinchazón y calor al tocar la región dolorida. A veces podemos notar inestabilidad del pie.
2. Los desgarros pueden ser agudos o degenerativos: los primeros incluyen: dolor, debilidad del pie e inflamación, si no se trata a tiempo puede desembocar en desgarro degenerativo (tendinosis). Los síntomas más acusados en este tipo de lesión degenerativa son: dolor esporádico en el exterior del tobillo, inestabilidad en la misma articulación e incluso se puede incrementar la altura del arco plantar.
3. En último lugar aparece la dislocación, normalmente parcial debido a que los tendones se desplazan de su posición normal como consecuencia de traumatismo o esguince. Los síntomas,entre otros son: chasquido en el tendón alrededor del hueso del tobillo, dolor esporádico detrás del hueso exterior del tobillo y aparece también inestabilidad en el tobillo así como debilidad. El tratamiento temprano en la dislocación es muy importante porque sino podría llegar a rotura, agravándose las consecuencias.

El diagnóstico deberá ser tan rápido y fiable como sea posible para no dar lugar a males mayores y atacar el problema desde los inicios. El tratamiento será en la mayoría de los casos conservador e incluirá:

• Inmovilización
• Medicación con antiinflamatorios orales o inyectables
• Terapia física donde se incluirá hielo, calor, ejercicios de readaptación.
• Aplicación de ortosis para mantener estable la articulación.
• En última instancia se recurrirá a la cirugía, debemos saber que tras ésta la readaptación física es de vital importancia para no volver a recaer y permitir una estabilidad y movilidad tanto a la articulación lesionada así como a las adyacentes.

Los ejercicios recomendados para evitar que la lesión se agrave o tras la cirugía, deberán estar enfocados a la flexibilidad de la zona, propiocepción y estiramiento:

La variedad de ejercicios es amplia y si los vamos incluyendo en nuestras sesiones de trabajo compensatorio evitaremos llegar a altos grados de lesión.