Mucha gente cree erróneamente que por saltarse una comida, habitualmente el desayuno, adelgazará rápidamente sin que su salud se vea perjudicada. Nada más lejos de realidad; saltarse cualquier comida no sólo te restará energía, si no que te hará más propenso a engordar, y desencadenará numerosos procesos químicos que afectarán negativamente a tu salud.
Malestar físico y falta de energía
Nuestro cuerpo obtiene la glucosa, principal combustible de nuestras células, a través de los carbohidratos que consumimos diariamente. Así, cuando nos saltamos una comida, los niveles de glucosa en sangre caen haciéndonos sentir cansados, y provocándonos malestar con síntomas físicos como aceleración del ritmo cardiaco, sudoración o palidez entre otros.
Cuando la situación de ayuno se prolonga y las reservas de glucógeno se agotan completamente, el cuerpo recurre a otras fuentes de energía como las grasas y las proteínas, por lo que corremos el riesgo de llegar a la destrucción de masa muscular, o catabolismo, si es ayuno es muy prolongado.
Por esta razón muchos creen que saltarse una comida les hará perder peso; es cierto que entrenar en ayunas favorece una mayor movilización de grasas, pero es necesario desayunar después, y practicar determinados ejercicios a baja intensidad.
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Irritabilidad y falta de concentración
La hipoglucemia afecta directamente a nuestro estado de ánimo, provocándonos irritabilidad, mal humor, y falta de concentración.
Problemas de digestión
El ayuno también afecta a los niveles de ácido gástrico que provocan irritación en el estómago y pueden llegar a producir enfermedades como la gastritis.
El intestino también puede verse afectado, y es que durante un ayuno prolongado comienza a perder las microvellosidades que lo recubren, encargas de absorber los nutrientes de la comida.
Aumento del apetito y propensión a ganar peso
Cuando nos saltamos una comida, es muy probable que comamos más de lo debido en la siguiente, puesto que nuestro apetito aumenta. Además, los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo, aumentarán inconscientemente la preferencia por alimentos hipercalóricos en busca de energía.
Así, a la siguiente comida comeremos más y peor de lo que solemos, volviéndonos más propensos a ganar peso.
Como vemos saltarse una comida tiene más inconvenientes que ventajas, incluso si lo que buscamos es perder de peso, por lo que no tenemos excusa para no comer bien. Si la falta de tiempo es el motivo por el que sueles saltarte alguna comida, lleva contigo siempre algún snack sano para picar y mantener tu metabolismo activo, minimizando los efectos negativos del ayuno.