Seguro que alguna vez has sufrido dolor cervical y de cabeza, algo muy habitual dado que la columna cervical es una de las partes más frágiles de la espalda, y sufre mucho con el estrés del día con acciones tan simples con sólo cargar con una mochila, un bolso o entrenando con pesas. Es muy importante conocer los síntomas del dolor de cervicales y ponerle solución cuanto antes para evitar una cervicalgia crónica, y queremos ayudarte a ello con estos sencillos consejos.
Contenido
Conoce tu musculatura
Antes de comenzar a hablar sobre el dolor cervical y los síntomas de la cervicalgia, haremos un breve repaso de nuestra anatomía para entender mejor las causas que pueden provocarlo.
La principal función de la columna es cuidar de la médula espinal y sostener la cabeza, siendo la parte de la columna cervical, una de las más frágiles de nuestro cuerpo. La columna vertebral está formada por pequeños huesos llamadas vértebras, que, combinadas con los ligamentos, proporcionan estabilidad y equilibrio al cuerpo.
La musculatura del cuello se descompone en dos partes; la musculatura anterior y la posterior.
La musculatura anterior es el conjunto de músculos que se encuentran por debajo del estómago y la tráquea. Los tres músculos principales, el anterior menor, el mayor, y el largo del cuello son los encargados de llevar la cabeza hacia detrás y delante.
En la parte lateral encontramos los músculos internos, encargados de inclinar el cuello hacia un lado y otro. En esta misma zona se encuentra el esternocleidomastoideo, un músculo accesorio de que interviene en la respiración.
Los músculos que componen la musculatura posterior son los encargados de sostener la cabeza y se forman en cuatro planos según su profundidad.
En los planos más profundos encontramos músculos cortos y muy potentes, pero con movilidad limitada. Por encima de estos tenemos unos músculos más largos que van formando capas, se llaman complejos, representan numerosas inserciones.
En las capas más superiores encontramos músculos con mayor movilidad, como los esplenios, el angular y el trapecio.
Como vemos, la musculatura es compleja y los músculos de espalda y cuello están interrelacionados, de manera que cualquier sobrecarga o contractura en alguno de los músculos mencionados, aunque aparentemente esté alejado del cuello, puede provocar una cervicalgia
Causas de la cervicalgia
- Dormir con el cuello mal alineado (almohadas altas o bajas).
- Malas posturas frente al ordenador o el teléfono móvil.
- Falta de técnica en ejercicios deportivos.
- Tensión provocada por estrés emocional.
- Problemas en la mandíbula
- Cualquier movimientos bruscos realizado con el cuello, como por ejemplo, un frenazo en el coche.
- Enfermedades degenerativas como hernias, artritis, o artrosis.
Síntomas de la cervicalgia
Existen numerosos síntomas de la cervialgia, siendo el más conocido de ellos el dolor de cuello y cabeza. Estos dolores también pueden extenderse hacia las extremidades y provocar otras molestias musculares como la tortícolis o contracturas.
Como aliviar dolor cervical urgente
En caso de que el dolor sea muy intenso, te impida andar con normalidad, o tenga su origen en un accidente de tráfico, te recomendamos acudir inmediatamente al médico para que te prescriba el tratamiento adecuado.
Sin embargo, lo normal es que la tensión y el movimiento del día a día provoquen tensión y dolor en cuello y cabeza que se puede aliviar de manera sencilla y natural con un tratamiento de temperatura.
¿Frío o calor?
Ante este tipo de dolor cervical hay a veces no sabemos que es mejor, si frío o calor; normalmente es más recomendable más calor ya que provoca un efecto calor hace la vasodilatador en el sistema circulatorio que propicia la distensión de las fibras musculares, y provoca un efecto relajante.
Por el contrario, si existe inflamación o un dolor excesivamente grande, se recomienda el efecto frío por su efecto anestésico, aunque dado el caso, es preferible acudir a un experto para que te asesore.
Si la molestia es leve o moderada y quieres aliviar de forma urgente el dolor cervical, te recomendamos aplicarte una crema efecto calor como Physiorelax Ultra Heat, con un masaje suave hasta su total absorción. Realiza movimientos circulares y no ejerzas presión sobre la musculatura para aplicar la crema.
Si quieres conservar el calor durante más tiempo, consiguiendo un mayor efecto relajante, te recomendamos aplicarte una almohada cervical caliente justo después de la aplicación de la crema.
Si no tienes ninguna, puedes fabricar una, rellenando un calcetín con arroz. Átalo y caliéntalo en el microondas durante 30-60 segundos. No olvides poner un vaso de agua en el microondas cuando vayas a calentar esta almohadilla cervical casera, lo cual prolongará su vida útil y evitará incidentes derivados de un exceso de temperatura.
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