Hoy nos centramos en el LIIS, un método de entrenamiento opuesto al HIIT o entrenamiento de alta intensidad. Este sistema es menos agresivo y por ello y no tan efectivo para quemar grasa, sin embargo, cuenta con otras muchas ventajas por las que merece la pena probarlo ¡Te las contamos!
El LIIS o Low Intensity Steady State es un entrenamiento aeróbico de baja intensidad y larga duración (aproximadamente 45-60 min), en el que no existen los cambios bruscos de intensidad. Este entrenamiento se realiza al 60-75% del ritmo cardiaco por lo que no se debe alcanzar el umbral aeróbico, y no es necesario el uso del pulsómetro. Este tipo de entrenamiento puede hacerse andando, en bicicleta, o en máquinas como por ejemplo la elíptica. Un indicador sencillo que puede orientarte a la hora de ajustar la intensidad del LIIS, es el hecho de que puedas mantener una conversación mientras entenas, esto suele ser indicativo de que no has alcanzado tu umbral aeróbico y que por tanto te encuentras en la franja cardiaca correcta.
El principal inconveniente del LIIS, en comparación al popular HIIT, es que es menos efectivo para quemar calorías y que requiere de un mayor tiempo para su realización, por lo que muchos tienden a infravalorar la efectividad de este método. Sin embargo, es un método mucho menos agresivo, y con numerosas ventajas, entre las que podemos destacar:
- Es apto para todos los públicos y condición física, incluidos aquellos que padezcan un problema cardiaco
- Te ayuda a crear una base aeróbica antes de pasar a disciplinas más complejas
- Es ideal para aquellas personas que se están recuperando de una lesión o padecen algún tipo de reducción de movilidad en alguna articulación, ya que es menos agresivo
- Es riesgo de lesión es significativamente menor que en disciplinas de alta intensidad
- Al no ser tan agresivo como el HIIT, la recuperación no es tan larga, por lo que es un tipo de entrenamiento que puede practicarse 2-3 veces por semana e incluso más, sin temor a lesionarnos. Por ello, el LIIS es la alternativa perfecta para llevar a cabo un descanso activo los días que no entrenes.
Así, el LIIS no es mejor ni peor que el HIIT, todo depende de tus objetivos, pero sin duda, para conseguir unos resultados óptimos en cuanto a quema de grasa, lo mejor es combinar ambas disciplinas y añadir un entrenamiento con pesas. De esta manera, tu cuerpo no se acostumbra a realizar siempre el mismo ejercicio y tu metabolismo siempre se mantiene acelerado, logrando una mayor quema de calorías.