Malos hábitos alimenticios que todo deportista debería eliminar.
Seguro que todos y cada uno de nosotros tiene diariamente hábitos que debemos ir eliminando paulatinamente. La mayoría de ellos son referentes a la alimentación, aunque sin dejar de lado los malos hábitos posturales y manías diarias.
Comenzaremos por los malos hábitos alimenticios y de qué manera podemos poner freno para, en próximas entradas continuar con las demás costumbres:
1. Comer rápido: ¿quién no tiene esa manía para intentar ganar tiempo? ¿cuánto tiempo de media dedicáis a comer o cenar, por no decir en el desayuno?
Supongo que todos sabemos porque no es bueno ingerir los alimentos tan rápido, sencillamente porque los alimentos no se digieren como deben. Para mejorar este hábito negativo deberemos masticar más los alimentos o dedicar más tiempo a cada comida. Otro dato a tener en cuenta es, no saltarse el desayuno, ya que este nos dará un plus de energía a lo largo del día.
2. No beber suficiente agua a lo largo del día: todos y cada uno de nosotros deberíamos saber y conocer la importancia de la hidratación. Pero seguro que no bebemos lo recomendado, incluso si somos deportistas. La mayoría de las veces esperamos a tener sed para beber líquido, esto es un grave error, pues algunos expertos muestran que esto es señal de que nos estamos empezando a deshidratar. Con tan solo un 1% de deshidratación ya tendremos síntomas notables de que algo no va bien.
% pérdida de agua corporal | Síntomas |
1-2% | Sed intensa, pérdida de apetito, malestar, fatiga, debilidad, dolores de cabeza |
3-5% | Boca seca, poca orina, dificultad de concentración, hormigueo extremidades, somnolencia, náuseas |
6-8% | Aumento de la temperatura y frecuencia cardíaca, mareos, dificultad para respirar y para hablar, debilidad muscular, labios azulados |
9-11% | Espamos musculares, delirios, problemas de equilibrio y circulación, fallo renal, disminución de la presión arterial. |
Este problema podemos solventarlo bebiendo por supuesto, líquido (infusiones, té, agua…) pero también comiendo alimentos donde la mayor parte de su contenido sea agua (frutas, verduras…). Bien es cierto que no todas las personas necesitamos la misma cantidad de ingesta, pero no viene mal tener siempre una botella de agua a mano.
3. Añadir azúcar en abundancia: El dulce es claramente una droga, si somos de los que añadimos azúcar a todo, realmente tenemos que aprender a comer de nuevo y resetear nuestro organismo. Todos conocemos los efectos perjudiciales o, ¿hay alguien que aún no?, a continuación vamos a desglosar los efectos negativos, en este caso, del azúcar blanco:
- El azúcar blanco es un carbohidrato refinado
- Contiene un índice glucémico muy alto, estos significa que pasa a la sangre sin necesidad de ser digerido.
- Produce caries
- Produce sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico.
Para conseguir eliminar el azúcar de nuestra vida debemos comenzar paulatinamente. Date una semana sin azúcar para volver a educar tus papilas gustativas, notarás la diferencia. A veces el azúcar está infiltrado en alimentos que ni nos imaginamos, en cantidades desorbitadas, como por ejemplo los que se muestran en la siguiente foto:
4. Pasarse con las copas durante los fines de semana:
Esta «costumbre» tan arraigada en nuestra sociedad nos puede traer graves consecuencias y más aún si somos deportistas, pues nuestro rendimiento bajará y eso que tanto nos ha costado conseguir lo perderemos en unos cuantos sorbos. Solemos escuchar, aquello de «por una no pasa nada», pero todos sabemos que no es sólo una y siempre acabamos pecando. El alcohol, como el azúcar es una droga con múltiples perjuicios, pudiendo desarrollar en estadíos medios-avanzados: obesidad, diabetes, hipertensión, ateroesclerosis…
Para tener noción de lo que ingerimos, te invito a que contabilices lo que bebes y tomes conciencia personal de, si te estás pasando o no. Con un par de cañitas o una copita de vino tenemos más que de sobra. El alcohol no aporta nada nutricionalmente hablando. Apunta estos datos en tu agenda y tenlos en cuenta, sobre todo durante los fines de semana.
5. Comer «porquerías» sin tener hambre real: Nos da igual que estemos en nuestro peso como que no, siempre vamos a terminar picando. Pero debemos tener claro que esta opción, de llevarnos a la boca cualquier alimento, no es sana. Cada vez, las grandes superficies comerciales, nos ofertan más productos envasados con gran cantidad de sal, aditivos, colorantes, azúcares… que para nada nos es beneficioso. Todo ello puede desencadenar problemas como hemos nombrado anteriormente: obesidad, diabetes, enfermedades neurodegenerativas, alteraciones cardiovasculares…
Este hábito podemos mejorarlo, simplemente aprendiendo a comer alimentos frescos, de temporada, comida hecha en casa, todo ello nos hará vivir más y mejor.
Te invito a que pongas en marcha estos pequeños trucos y no te arrepentirás!
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