Todo sobre la raíz de Ashwagandha

La ashwagandha o withania somnífera es una planta originaria del Himalaya conocida por su eficacia para combatir el estrés e insomnio, que sin embargo, tiene otras muchas propiedades menos conocidas. Te mostramos los sorprendentes efectos de esta planta, y te explicamos cómo puedes incorporarla a tu dieta para sacarle partido.

La ashwagandha se utiliza desde hace miles de años en la Medicina Ayurveda, unas de las pocas medicinas tradicionales que siguen aplicándose en la actualidad. Esta planta es un “un adaptógeno”, lo que significa que es capaz de equilibrar nuestro organismo, optimizando el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y mejorando nuestra respuesta ante el estrés. Esta es, quizá, su propiedad más conocida; su efecto para combatir la ansiedad y favorecer la conciliación del sueño.

Pese a sus efectos relajantes, la ashwagandha, también aumenta el rendimiento físico y  mental, provocando un efecto similar al del ginseng, por lo que no es de extrañar que esté ganando cada vez más popularidad entre los deportistas.

Es sin embargo, menos conocido su efecto anabólico, y es que esta planta también contribuye a aumentar los niveles de testosterona, hormona necesaria para conseguir una correcta recuperación y favorecer el mantenimiento de la masa muscular.

¿Tiene efectos secundarios?

La ashwagandha es un suplemento seguro, siempre y cuando se tome por vía oral y respetando la dosis, así como periodos de descanso. A muy largo plazo puede provocar trastornos estomacales poco comunes como la diarrea o el vómito. Sin embargo, hay que tener en cuenta tres casos concretos:

• Evitar su consumo durante el embarazo por posibles efectos abortivos.
• Se desaconseja en caso de padecer una úlcera estomacal, ya que puede irritar el tracto gastrointestinal.
• Si se está bajo tratamiento es obligatorio consular con el médico su posible interacción con otros medicamentos, especialmente con medicamentos sedantes o inmunopresores.

¿Cómo incorporarla a la dieta?

El término ashwagandha procede del sánscrito, que significa literalmente “aroma de caballo” por lo que puedes imaginar su intenso sabor. Pese a su fuerte sabor y su peculiar olor, hay quien prefiere tomarla en infusión, o en preparados en polvo. Se recomienda añadirlo a cualquier bebida dulce, para contrarrestar su intensidad.

Si no quieres arriesgarte y buscas una alternativa más cómoda, las cápsulas son sin duda la mejor opción.

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