Mientras que para muchos la primavera es sinónimo de buen tiempo y felicidad, para otros puede provocar una sensación de depresión y cansancio difícil de explicar; se trata de la astenia primaveral, un síndrome que típico de esta época del que ninguno estamos a salvo. Aunque no se trata de una enfermedad, este síndrome puede provocar serias alteraciones físicas y psicológicas que podemos contrarrestar siguiendo unas sencillas pautas.
¿En qué consiste?
La astenia primaveral es una sensación de depresión leve que puede aparecer sin que haya un desencadenante claro, y que en ocasiones puede confundirse con alergias y complicaciones respiratorias propias de la época. Esta astenia se caracteriza por la sensación de cansancio que provoca, aunque puede manifestarse con otros síntomas como la pérdida del apetito, insomnio, falta de concentración, tristeza y aumento de la irritabilidad.
¿Por qué se produce en esta época?
El cambio de estación, con el consecuente aumento de temperaturas, el cambio de hora y el aumento de las horas de luz altera nuestro organismo y puede llegar a afectar a la producción de melatonina, hormona clave para regular el sueño. Asimismo, puede afectar al nivel de endorfinas, hormonas que influyen directamente en nuestra sensación de bienestar. Esta combinación es responsable de un estado de ánimo decaído, así como de una falta de vitalidad generalizada.
¿Tiene tratamiento?
La astenia primaveral no es una enfermedad, por lo que no debemos alarmarnos; lo normal es que desaparezca en unas semanas, cuando nuestro cuerpo logre adaptarse a la nueva situación. No obstante, los síntomas pueden llegar a provocarnos malestar y agotamiento en el día a día, por lo que podemos paliarlos siguiendo los siguientes consejos:
Sigue una dieta equilibrada y rica en alimentos con triptófano como el pollo, el pavo, el salmón, la piña, alcachofa, legumbres o chocolate entre otros. El triptófano potencia la producción de seratonina, una sustancia clave que nos ayuda a regular el estado de ánimo. Podemos complementar la dieta con algún complejo vitamínico o jalea real, para conseguir una dosis extra de energía y reforzar nuestro sistema inmunitario.
Sigue unos horarios fijos, especialmente en lo que al sueño se refiere. Intenta acostarte siempre a la misma hora y evitar actividades que puedan afectar a tu sueño a última hora, como practicar un deporte intenso o estar delante de la pantalla del ordenador. Intenta comer al menos una hora antes de irte a la cama.
Practica deporte con regularidad y realiza cualquier otra actividad que te resulte placentera, esto favorecerá la producción de endorfinas, mejorando tu estado de ánimo.