Perfecta combinación de pre y probióticos para favorecer el óptimo funcionamiento intestinal y del sistema inmune
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Nuestro intestino, con sus casi 7 metros de longitud, forma parte del sistema digestivo.
Sin embargo, las funciones que cumple el intestino van mucho más allá del “simple” proceso de digestión de los alimentos.
Sobre el 98% de los elementos que ingresan a nuestro cuerpo lo hacen directa o indirectamente a través del sistema digestivo.
Es por esta razón que un porcentaje mayoritario de la actividad de nuestro sistema defensivo (sistema inmune) se centra en el intestino.
Si se daña la flora intestinal, se alterará la función de nuestro intestino, en sus ámbitos inmunológicos, hormonales, neurológicos, psicológicos y digestivos.
Por consiguiente, un gran porcentaje de nuestra salud depende del estado óptimo del intestino.
Los millones de bacterias que pueblan nuestro tracto digestivo son organismos vivos que necesitan alimentos para sobrevivir.
Estas bacterias beneficiosas denominadas probióticos no comen solo cualquier alimento, se alimentan especialmente de fibra prebiótica.
Estas fibras se llaman prebióticas y no son digeribles por el cuerpo humano, pero sí son altamente digeribles para los prebióticos (las bacterias beneficiosas que pueblan nuestro intestino).
Es importante asegurarse de obtener suficientes prebióticos diariamente para alimentar la microflora del tracto digestivo.
Los prebióticos son indispensables para ayudar a mantener el crecimiento de bacterias buenas y ayudar a mantener la regularidad intestinal.
Probiótico es un adjetivo que se aplica a ciertos microorganismos vivos presentes en la flora intestinal
ADVERTENCIAS
Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una alimentación equilibrada. La dosis diaria expresamente recomendada no debe ser sobrepasada. Mantenga este producto fuera del alcance de los niños más pequeños.
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