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La protección de nuestra piel de los rayos del sol es algo que está a la orden del día. En Bulevip contamos con una sección dedicada a cremas y protectores solares de manera que tengas claras todas las opciones disponibles así como sus efectos sobre tu piel. ¡Descubre todo lo que necesitas saber aquí!
El aumento del cuidado de la piel supone también un aumento de la oferta de protectores y cremas solares. Esto se debe a que cada vez más estamos concienciados con la necesidad de proteger nuestra piel de la radiación solar casi a diario. Además, en los últimos años hemos visto como el sol daña más la piel, por ello en Bulevip te ofrecemos la mayor variedad de productos para proteger la piel de los rayos del sol.
Los protectores y cremas solares, evitan y disminuyen los efectos dañinos que tienen los rayos del sol sobre la superficie de nuestra piel. Cabe destacar que la protección absoluta de un 100% sobre nuestra piel no va a existir, sin embargo podemos llegar a una protección aceptable para poder disfrutar de un día en la playa o en la piscina sin preocupaciones por la incidencia del sol. De igual manera podemos usar estos productos en nuestras salidas haciendo deporte como trail o esquí donde la incidencia del sol también es bastante alta y puede tener efectos nocivos sobre nuestra piel.
Aun así, es necesario saber que estos protectores no nos aseguran al 100% evitar las quemaduras, pero si podemos conseguir que estas sean las mínimas posibles.
En función del filtro solar y del factor de protección, la oferta de cremas solares aumenta, por ello será necesario analizar bien que protectores y cremas solares son las perfectas para nosotros.
Son de espectro amplio y relajan la radiación solar reteniéndolas en la zona ultravioleta. Se utilizan para evitar tanto el eritema como el bronceado.
Están indicadas para niños muy pequeños, aquellas personas alérgicas a los protectores químicos, personas con la piel sensible, así como en pieles con cicatrices.
Actúan por absorción de la radiación solar ultravioleta, es decir, captan la energía incidente y la emite nuevamente como radiación térmica. En función de la longitud de onda absorbida se distingue entre los filtros UVB, UVA y de amplio espectro. Se recomienda aplicar unos 30 minutos antes de exponernos a la radiación solar de manera que se absorba correctamente.
Contiene agentes antioxidantes que frenan o reparan los diferentes procesos oxidativos que se producen por la radiación UVA. Potencian el sistema inmunológico de la piel. Son comunes la vitamina A, la vitamina C y la vitamina E.
Los especialistas recomiendan usar un tipo de crema u otra en función del tipo de piel y en base al factor de protección solar.
Para pieles morenas y broceada se suele recomendar un protector solar SPF 15, en pieles más claras un SPF 30 y en las pieles más claras o pieles con pecas un SPF 50 o un SPF 50+. Por tanto, conforme nuestro tono de piel aumenta, podemos usar un factor de protección menor. Cabe destacar que esto no impide que una persona con un tono de piel más osucro use un mayor factor de protección, sin embargo no se recomienda que las personas con tono de piel más claro use un factor de protección menor dado que esto le puede provocar quemaduras.
De igual manera, las personas con piel atópica tendrán que usar un protector solar más específico que se adapte a ellos y la protección solar deberá ser alta independientemente del tono de piel.
Importante aplicar el protector solar unos 30 minutos antes de exponernos al sol, se recomienda aplicarlo antes de salir de casa. Aplicarlo en cantidad de manera que todo el cuerpo quede bien protegido.
Extenderlo de manera uniforme consiguiendo así que llegue bien a todas las partes del cuerpo puesto que en muchas ocasiones se pueden quedar zonas olvidadas a las que si les afecte la exposición del sol de forma dañina.
Tener en cuenta que si, por ejemplo, vamos a pasa un día entero expuestos a la radiación solar no es suficiente con aplicar el producto una vez, sino que tendremos que estar protegiéndonos constantemente.