Enviar a: España
Para activar el cuerpo antes de un ejercicio o para aliviar algún dolor muscular o articular, las cremas efecto calor serán tu mejor aliado. Favorecen la circulación sanguínea. ¡Descubre todo sobre estas cremas en Bulevip!
En ocasiones, sufrimos pequeños daños tras un ejercicio intenso. Aunque no lleguemos a lesionarnos, ante cualquier pequeña molestia es recomendables actuar ante ella para que no se pueda convertir en algo más grave. Las cremas efecto calor son una opción ideal para aplicar en las zonas en las que notemos molestias tras un entrenamiento.
Las cremas efecto calor van a actuar aumentando la temperatura de la zona en la que se aplican. De esta manera, las consecuencias que se producen son la dilatación de los vasos sanguíneos, el aumento del flujo sanguíneo y la aceleración del metabolismo celular. Esto se traduce en un efecto sedante sobre la zona en la que se está aplicando. Además, estas cremas disminuyen la producción de colágeno aumentando la elastina lo que favorece la elasticidad de los tejidos.
Por tanto, estas cremas cumplen la función de calentar músculos, tendones, articulaciones... por lo que su uso está indicado para antes del ejercicio, de manera que el cuerpo está preparado para el esfuerzo, sobre todo en días en los que las temperaturas sean especialmente bajas.
Están pensados para aplicar antes de realizar la actividad física. Tiene como objetivo comenzar a calentar el cuerpo para el esfuerzo al que va a ser sometido, de esta manera en el momento en el que comencemos la actividad física el cuerpo ya estará preparado.
Nos van a ayudar a prevenir lesiones, sobre todo cuando nos encontramos en situaciones en las que las temperaturas son especialmente bajas.
Los podemos encontrar en diferentes formatos: cremas, sprays, geles... de esta manera siempre habrá uno que se adapte perfectamente a nosotros.
Están indicados para recuperarnos ante pequeñas lesiones, que no suponen un grave daño y que suelen aparecer cuando hacemos un sobre esfuerzo: rigidez muscular, cuádriceps cargado, dolor de espalda... en estos casos el efecto calor va a reactivar la circulación de la sangre de manera que se favorece a la recuperación.
De igual modo, los encontraremos en los diferentes formatos: geles, sprays, cremas...
Se recomienda aplicarlos cuando, una vez fría la zona tras realizar el ejercicio, seguimos notando una molestia. Será el momento ideal para aplicar una crema de efecto calor.
Las cremas efecto calor se usan para estimular la circulación de la sangre, oxigenar músculos dañados, en definitiva para drenar los agentes causantes del dolor y para favorecer la regeneración.
De esta manera, con el uso de estas cremas, geles, sprays, etc. se están paliando daños que pueden producirse después de un ejercicio de intensidad alta a la vez que se previenen lesiones.
Se recomienda echar la crema efecto calor de manera abundante sore la zona en la que notemos molestia a la vez que hacemos un masaje suave que favorezca a la absorción. El masaje debe ser vigoroso para actuar sobre la zona, pero si la estamos usando para aliviar algún tipo de dolor debemos tener en cuenta que no nos vayamos a hacer daño sobre la zona con la aplicación de la crema.
Si por otro lado, la crema se aplica para activar la zona muscular, es recomendable que el masaje sea menos delicado e incluso que lo acompañemos de técnicas de activación como unos pequeños palmeteos o claping que contribuyan al calentamiento del cuerpo y a la activación de los músculos.