Lucir six-pack es el sueño de muchos, pero los beneficios de tener unos abdominales tonificados van más allá de meros fines estéticos ¿Sabes qué funciones cumplen estos músculos y cómo pueden ayudarte en la práctica deportiva?
Equilibrio
Una de las funciones más importantes de los abdominales es equilibrar el cuerpo. La zona lumbar suele estar mucho más tonificada que la abdominal, haciendo que la espalda cargue con la mayor parte del peso y provocando desequilibrios que pueden causar problemas como escoliosis, hiperlordosis e incluso algias de espalda.
Un abdomen fuerte favorece un correcto reparto del peso, corrigiendo estos desequilibrios y previniendo incluso este tipo de molestias.
Corrección Postural
Unos abdominales fuertes equilibran nuestro cuerpo, y corrigen nuestra postura. Mantener la espalda recta no sólo nos ayuda a la hora de realizar nuestras actividades cotidianas, si no que nos beneficia de forma indirecta en la práctica deportiva.
- Por ejemplo, a la hora de correr, un core fortalecido te ayudará a no inclinar el torso hacia adelante, una mala costumbre muy habitual, sobre todo en los runner principiantes.
- En el trabajo con pesas el abdomen es clave para evitar que arqueemos la espalda en determinados ejercicios como el press de banca o el peso muerto.
Respiración
Los abdominales ayudan a los pulmones en la expulsión del aire, de forma que estos queden totalmente vacíos, facilitando la renovación del aire.
Hacer abdominales con frecuencia nos ayudará a tomar conciencia de nuestra respiración, pues es imprescindible controlar la respiración durante el ejercicio para que este sea efectivo; expiramos al contraer el abdomen, e inhalamos al relajarlo.
Protección
Al no poseer huesos en la parte abdominal, ciertos órganos quedan más expuestos ante golpes. Unos músculos fuertes nos brindarán una protección mayor, algo muy interesante a la hora de hacer ejercicio, especialmente en los deportes de contacto.