Aunque nadie está a salvo de padecer una contractura, es habitual que los deportistas padezcan este tipo de molestia con más frecuencia debido al sobreesfuerzo que realizan diariamente. No te pierdas nuestros consejos para evitar la aparición de contracturas ¡y que nada pueda pararte!
- Hacer un correcto calentamiento antes de hacer ejercicio es fundamental para evitar la aparición de contracturas, ya que favorecerá la circulación y predispondrá tus músculos al ejercicio.
- Presta atención a la técnica, la repetición de un ejercicio en el que el más mínimo movimiento no sea el adecuado, puede provocar contracturas e incluso lesiones a largo plazo. Si estás empezando con las pesas, es preferible trabajar un peso moderado hasta dominar totalmente la técnica; es más complicado tomar conciencia completa de nuestros movimientos cuando realizamos un ejercicio con un peso por encima de nuestras posibilidades.
- Planifica adecuadamente tu entrenamiento. Las personas sedentarias que practican ejercicio de forma esporádica son las más propensas a sufrir este tipo de molestias. Es recomendable practicar ejercicio al menos 3 veces a la semana, y que el periodo de descanso sea de 1-2 días, nunca de 3 o más. Si llevas tiempo inactivo, comienza a hacer ejercicio de manera progresiva, adaptando el entrenamiento a tu forma física.
- No olvides estirar después de cada sesión.
- Si te enfrentas a un entrenamiento muy intenso, puedes tomar un vial de magnesio media hora antes, cuyo efecto relajante evitará la aparición de molestias musculares y disminuirá el riego de padecer una contractura.
- Trabaja la flexibilidad: Puedes combinar tu rutina habitual con actividades como yoga o pilates, con las que irás ganando flexibilidad y aprenderás a corregir tu postura, y controlar tu respiración, aspectos que te ayudarán en la práctica de cualquier otro deporte.
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