La llegada del mal tiempo no tiene que impedirte practicar tu deporte favorito, eso sí, es importante que tengas en cuenta ciertas consideraciones sobre correr en invierno para que las bajas temperaturas no te jueguen una mala pasada. Repasamos las más importantes:
La elección de la ropa es clave para mantener una temperatura corporal estable. No se trata de abrigarse mucho, lo cual puede favorecer una sudoración excesiva y con ella una deshidratación muy intensa, ni muy poco, confiando en que nuestra temperatura corporal aumentará cuando comencemos a correr, ya que puedes padecer una hipotermia o coger un resfriado.
Has de comprobar la temperatura antes de salir a correr y elegir la ropa consecuentemente, teniendo en cuenta que tu sensación térmica subirá aproximadamente 10º una vez que entres en calor.
Es recomendable que las prendas que están en contacto directo con la piel sean de un tejido natural, o 50% natural 50% sintético para garantizar la transpirabilidad. Sin embargo, es aconsejable llevar encima algún tipo de chaqueta específica de running de tejido sintético pero transpirable, para protegernos del viento y la lluvia y ayudarnos a mantener el calor.
No olvides llevar algún pañuelo para proteger el cuello y cubrir boca y orejas si es necesario, especialmente si hay viento. De esta panera evitarás la sequedad en la garganta, los dolores de oído, e incluso las parálisis faciales que puede provocar el viento.
Calentamiento
Un buen calentamiento es imprescindible en cualquier deporte y en cualquier época del año, pero cobra especialmente importancia cuando la temperatura es baja, ya que los músculos se contraen para compensar la mayor pérdida de calor, y están más rígidos que de costumbre.
Si las temperaturas son muy bajas o te enfrentas a una sesión muy dura, un pequeño masaje con un gel de calentamiento antes de la sesión puede ayudarte a estimular la circulación.
Hidratación
Aunque la sudoración sea menor, al correr en invierno también nos deshidratamos, por lo que no puedes olvidar llevar contigo agua e incluso un isotónico si no hay ninguna fuente de agua durante todo el recorrido.
Cuidado con las manos
Ten en cuenta que los músculos de las manos son los únicos que no entran en calor durante el ejercicio, por lo que no pueden faltar unos guantes finos en tu entrenamiento.