Si dispones de ambas bicis habrás notado la transferencia positiva de una a otra. La ventaja de una bici de carretera es que te permite pedalear sin interrupciones durante largos períodos de tiempo, utilizar desarrollos duros… Si necesitas algún cambio o idea, tu mountain bike te ofrece buenas alternativas ya sea haciendo series en subida dura, rodaje regenerativo por carriles o trabajar tu fuerza y fondo de modo más ameno que tu clásico y rutinario recorrido por la misma carretera de siempre.
A continuación te ofrecemos varias formas ideales de entrenar con tu MTB:
1. Más fuerte: la bici de montaña es la mejor herramienta para cambiar de ritmo continuamente en bici. La mayoría de caminos discurren según la orografía del terreno, eso supone que haya cambios de ritmo obligados dentro del recorrido. Además de superar las pendientes tiene el componente técnico añadido, así que la exigencia física aumenta.
2. Más natural: Alejarte del tráfico y disfrutar de la naturaleza también le da un punto importante a la MTB, te puede ayudar psicológicamente para desconectar de la carretera durante un tiempo. Si llega uno de esos días en los que no estás para nadie, la MTB puede ser tu gran aliada.
3. Mejor escalador: hay varios estudios que demuestran que los ciclistas de MTB pedalean de manera más eficiente y que, con el mismo peso y porcentaje de peso muscular que un ciclista de carretera, obtienen mejor rendimiento en las ascensiones. Esto se explica porque en la bici de montaña hay que controlar la tracción de la bici con la propia pedalada, para que la bici no pierda adherencia en multitud de ocasiones. Eso supone que de manera involuntaria pedalees de manera más eficiente en todo el ciclo de la pedalada, lo que origina una implicación y trabajo de más grupos musculares.
4. Más acción = más reacción: Si eres de lo que le da mucho respeto la bici de carretera y siempre te quedas cortado cuando hay una curva o te da miedo hasta bajarte en marcha de la bici llegando a boxes (que es algo normal) la bici de montaña te va a marcar un antes y un después. La bici de montaña te va a enseñar que la bici aguanta más de lo que te parece, adquirirás muchas más nociones de adherencia y percepción de los límites de las frenadas, te obligará a pensar más rápido y luego en la carretera todo será mucho más fácil y controlado. Empieza por simples paseos, no quieras hacer grandes progresos en poco tiempo, pero poco a poco enfréntate a zonas más complejas y avanzarás sin lugar a dudas.
¿Qué prefieres ciclismo en ruta o MTB?