Hace unas semanas Sanidad daba a conocer Nutriscore, un nuevo sistema de etiquetado nutricional complementario al existente, que pretende ayudar al consumidor a identificar más fácilmente los productos saludables. Este nuevo sistema no está exento de polémica, y es que su simplicidad puede inducir a error, otorgando una mala puntuación a alimentos saludables y viceversa. Pero… ¿Cómo es esto posible? ¿Cuáles son los criterios que utiliza? ¡Te lo contamos!
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¿En qué consiste Nutriscore?
Nutriscore es un nuevo sistema de etiquetado, complementario al tradicional, que se colocará en la parte frontal del producto y que tiene una apariencia similar a la de un semáforo. Este etiquetado se basa en un algoritmo que pondera de 0-10 los componentes negativos del alimento (calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas) por otro, los saludables (proteínas, frutas, verduras, y fibra).
La diferencia entre la puntuación total de “valores saludables” y la de los “valores negativos” dará lugar a una puntuación que se corresponderá con una letra; A, B, C, D o E que van de la más a la menos saludable. La escala de colores que acompañan a estas letras van del verde de la A al rojo de la E, pasando por el ámbar de la C, de manera que con uno un vistazo, el consumidor pueda clasificar un alimento en “sano” o “no sano” (o al menos, eso es lo que dice la teoría).
¿Cuál su finalidad?
Nutriscore busca ofrecer información adicional de manera simple a un consumidor, con el fin de estimular la compra de alimentos saludables.
¿Cuándo entrará en vigor?
Aunque algunas marcas ya está adaptándose a este sistema, no será obligatorio hasta principios de 2019.
La polémica con Nutriscore
Pese a las nobles intenciones de Nutriscore de promover unos hábitos de vida saludables, el sistema no está exento de polémica, y es que es tan simplista que puede inducir a error, clasificando como malos algunos productos que realmente son saludables y viceversa.
Uno de los ejemplos más “escandalosos” de esta polémica, es la puntuación obtenida por el aceite de oliva, que se lleva una puntuación D y un peligroso color naranja. El motivo; su elevado contenido en ácidos grasos.
Pese a que el aceite de olvida es uno de los alimentos más beneficiosos que existen para la salud con este sistema, tiene muy baja puntuación, considerándose un alimento “más maligno” que por ejemplo un refresco industrial, que obtiene muy buena puntuación (B) gracias a su bajo contenido en grasa y en azúcar.
¿Cómo no caer en la trampa?
- Compara únicamente alimentos del mismo grupo, ojo, no de la misma categoría. Por ejemplo, si quieres saber si un queso es saludable, compara su puntuación con la de otros quesos. No compares un queso con un yogur, pese a que ambos sean de la categoría de lácteos, ya que tienen características muy diferentes.
- No creas todo sin cuestionarlo antes: No caigas en los típicos mitos sobre nutrición, y ante la duda, acude siempre a consejo experto.
Países como Francia han optado por adaptar el algoritmo de Nutriscore para evitar confusión sobre alimentos básicos y “productos estrella” como los quesos.
¿Qué te parece Nutriscore, será realmente útil, o confundirá a los consumidores más que ayudarlos? ¿Crees que deberíamos adaptarlo tal y como ha ocurrido en Francia? ¡Déjanos tu opinión!
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