Muchas personas que practican deporte de manera amateur tienden ser más permisivos con la comida, ya que creen que al tener un mayor gasto calórico pueden permitirse algún que otro capricho. Esta creencia es un error, ya que la alimentación y el descanso son tan importantes para nuestra salud como el propio hecho de practicar deporte.
Es cierto que las personas que practican deporte tienen un mayor gasto energético, y por ello necesitan consumir una mayor cantidad de calorías, pero ello no significa que puedan comer todo lo que quieran y sin controlar las cantidades, ya que ello tiene repercusiones tanto en la salud, como en el rendimiento deportivo.
Siempre que una persona consuma más calorías de las que quema ganará peso, con independencia de que practique ejercicio o no. Es por ello, que algunas personas que no siguen la dieta adecuada continúan engordando por mucho ejercicio que practiquen.
Debemos vigilar nuestra alimentación, evitando los alimentos ricos en grasas y altamente procesados por su elevada cantidad de azúcares refinados y otras sustancias nocivas para nuestra salud, así como las calorías vacías (como por ejemplo las procedentes de bebidas alcohólicas). Todos estos alimentos ralentizan nuestro metabolismo robándonos energía, e incluso nutrientes, reduciendo considerablemente el rendimiento deportivo.
Los deportistas necesitan además un mayor aporte de proteínas en función del ejercicio practicado ya que un exceso de proteínas puede resultar tan perjudicial como una deficiencia.
Cuidar la alimentación es esencial para conseguir unos buenos resultados; para hacernos una idea, ni siquiera aquellos inmersos en una fase de volumen pueden comer lo que quieran, ya que se arriesgan a un aumento excesivo de los depósitos de grasa que luego tendrán que eliminar, puesto que este tejido no llega a convertirse en músculo.
La comida más importante sin duda es la que hacemos después de practicar ejercicio, ya que es el momento en que nuestro cuerpo necesita reponer nutrientes. Es normal que el apetito aumente justo después de entrenar, pero tenemos que controlar el hambre y ofrecerle a nuestro cuerpo alimentos de calidad, que le permitan recuperarse adecuadamente después del esfuerzo.
Tomar un snack sano aproximadamente media hora después de entrenar como un plátano, un yogur desnatado o incluso una barrita protéica te ayudará a saciarte y controlar mejor el apetito durante el resto del día, algo especialmente interesante si entrenas por la mañana.