La natación es uno de los deportes más completos que existen y tiene innumerables beneficios para el cuerpo humano. Como todos sabemos, existen grandes diferencias entre nadar en agua dulce o salada. Entonces, ¿Dónde es más recomendable entrenar?
Ventajas del Agua dulce
- La gran ventaja de entrenar en piscina es la seguridad que proporciona, ya que en el mar uno corre el riesgo de desorientarse, mientras que en la piscina el espacio es limitado, y por supuesto, estás acompañado en caso de que surja alguna emergencia.
- En la piscina es más sencillo medir tu progreso, ya que cuentas en todo momento con puntos de referencia. En el mar esto es mucho más complicado; tienes como referencia las boyas, y puede que algún elemento natural como las rocas, pero suelen ser puntos muy lejanos.
- La piscina te libera de las inclemencias meteorológicas, y es que puedes entrenar en cualquier momento del año, independientemente del tiempo, y sin tener que suspender inesperadamente una sesión.
Ventajas del Agua salada
- La gran diferencia sin duda es la densidad del agua; El alto contenido en sal del mar, hace que su agua sea mucho más densa, aumentando nuestra flotabilidad, y por tanto, reduciendo el esfuerzo.
- Entrenar en el mar rompe con la monotonía de la piscina, en la que el entrenamiento puede resultar muy repetitivo, y te genera una sensación de libertad incomparable, por lo que puedes combinar ambos espacios, haciendo que el mar sea premio por una dura semana de entrenamiento.
- Los minerales que contiene el mar tienen innumerables beneficios para el cuerpo humano, como la cicatrización de heridas, el efecto relajante que provoca el magnesio, la recuperación de los músculos, etc. Además, el simple hecho de respirar la brisa marina es muy beneficioso para tu sistema respiratorio, ya que despeja los pulmones y refuerza los mecanismos de defensa de tu cuerpo.
Y tú ¿eres de agua dulce o salada? ¡Cuéntanos tu experiencia!