Pautas para un automasaje deportivo

16 noviembre, 2016

Muchos deportistas aficionados creen que los masajes deportivos son sólo para profesionales, y únicamente acuden al fisioterapeuta cuando padecen una molestia, momento en que puede que sea tarde para prevenir una lesión. Lo cierto es que combinando el automasaje deportivo, con masajes de mantenimiento realizados por profesionales, reduciremos considerablemente el riesgo de padecer una lesión sin hacer una elevada inversión.

automasaje deportivo physiorelaxEl automasaje deportivo tiene numerosos beneficios, incluso cuando no se realiza de manera profesional, ya que estimula la circulación, oxigena el músculo, reduce la tensión, favorece la eliminación de residuos y tiene un efecto analgésico. Además, puede ser muy útil para detectar lesiones y frenar a tiempo molestias como contracturas.

Muchos no se atreven a realizarse un automasaje ya que creen que no al ser profesionales puede ser algo contraproducente. Lo cierto es que realizar este masaje es mucho más simple de lo que parece y los riesgos son mínimos, siempre y cuando sigamos unas sencillas pautas:

  • El automasaje no está recomendado para personas si estás saliendo de una lesión, o si padeces una lesión crónica, salvo que el fisioterapeuta te haya dado instrucciones específicas al respecto.
  • Utiliza un gel o crema deportiva para facilitar el deslizamiento.  Aplícala sobre las manos y extiéndela, en lugar de aplicarla directamente sobre la piel. No apliques la crema sobre heridas abiertas.
  • Para activar la circulación de forma más intensa, no dudes en elegir una crema efecto frío como por ejemplo Physiorelax Polar. Si vas a hacerte un masaje pre-competición, es prefierible una crema efecto calor como Physriorelax Ultra Heat.
  • El músculo ha de estar relajado en el momento del masaje, por lo que no dudes en apoyarlo sobre una superficie plana y firme, y buscar la postura con la que estés más cómodo.
  • La presión ejercida es la clave para hacer un buen automasaje deportivo. El límite está en el dolor; tienes que ejercer una presión suficiente para activar los músculos, pero no demasiado intensa como para hacerte daño.
  • Comienza amasando suavemente y de manera más superficial los músculos para activar la circulación. Tras unos minutos, aumenta la presión y realiza movimientos circulares más profundos ayudándote de los pulgares. Ejerce una mayor presión sobre las zonas doloridas, sin que el movimiento llegue a resultarte molesto.
  • Finaliza el masaje con unos movimientos de vaciado; apoya la palma de las manos en la parte superior del músculo, y deslízalas hacia abajo ejerciendo presión. No hagas presión en puntos como la parte posterior de las articulaciones.

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